Participantes en el I Encuentro de Narradores "Centroamérica cuenta", Managua, Nicaragua. Foto: Daniel Mordzinski. |
—Hola,
soy Daniel y me gusta controlarlo todo.
Así se
presentó un hombre de mediana edad, de rasgos europeos, a quien confundí con un
francés por su aspecto. Hasta su perfecto español con acento argentino era característico
de muchos de los cooperantes franceses que conocí en Nicaragua el pasado mes de
febrero, durante el I Encuentro de Narradores de Centroamérica. Se había
sentado con gran desenvoltura en la silla libre de la mesa que compartíamos con
las escritoras salvadoreñas Vanessa Núñez Handal y Elena Salamanca en el
restaurante del Hotel Europeo de Managua. Me dije: “Este es un seductor”. Y no
me equivocaba.
Gioconda Belli (Nicaragua), María Eugenia Ramos (Honduras) y Elena Salamanca (El Salvador). Mesa: "El toque de Eva". Foto: Vanessa Núñez Handal. |
Al día
siguiente me enteré de que el desconocido (para mí) del día anterior era nada
menos que uno de los fotógrafos más famosos del mundo, Daniel Mordzinski, argentino
radicado en Francia cuando no está viajando, reconocido por haber creado los
retratos más tiernos, más duros y más provocadores de celebridades de la
literatura latinoamericana como, por ejemplo, Julio Cortázar, Jorge Luis
Borges, Ernesto Sabato, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis,
Sergio Ramírez, Gioconda Belli, Ana
Istarú, Gabriel García Márquez, Mario Benedetti y Ernesto Cardenal.
Daniel Mordzinski, "fotógrafo de los escritores", y Sergio Ramírez en la Alianza Francesa de León. Foto: María Eugenia Ramos. |
Yo había
leído en el programa que estaría con nosotros “el fotógrafo de los escritores”;
pero nunca imaginé que fuera un hombre tan accesible, una especie de niño
grande que pone tanto empeño en fotografiar a un premio Nobel como a alguien que
solo haya publicado un libro. En lo que no me equivoqué fue en haberlo
identificado desde el primer momento como un seductor, pues para retratar a
alguien como él lo hace hay que seducir primero a la persona, ganar su voluntad
y dominarle con dulzura para lo que sea que lleve adentro quede al descubierto
en la fotografía.
Daniel Mordzinski y yo en Granada. Foto: Julio Escoto. |
María Eugenia Ramos en la catedral de León, Nicaragua. Foto: Daniel Mordzinski. |
La
naturalidad de Mordzinski, aunada a su tenacidad en el trabajo, como pude
apreciar después, auguraba lo que sería este encuentro, en el que nos juntamos
narradores, cronistas y editores de Centroamérica, Francia, Alemania y México: un
espacio para hablar de temas serios a un ritmo a veces exigente, en aras del
tiempo, pero también muy gratificante.
Es lo
que se podía esperar de un encuentro organizado por el escritor Sergio Ramírez,
en su condición de director de la revista cultural centroamericana Carátula.
Sergio es el gran embajador de la literatura centroamericana, no solo porque es
el más conocido fuera de la región, sino porque se ha empeñado en promovernos
en México y Europa. Este reconocimiento bien ganado ha permitido que la embajada
de Francia y la Alianza Francesa de Nicaragua, como también la cooperación
alemana por medio del Instituto Goethe de México, auspiciaran “Centroamérica
cuenta”, un encuentro dedicado a reflexionar sobre la situación y perspectivas
de la narrativa centroamericana.
Sergio Ramírez y su esposa Tulita con el escritor hondureño Julio Escoto (centro) en Las Isletas de Granada. Foto: María Eugenia Ramos. |
Esta
primera edición de “Centroamérica cuenta”, porque se anuncian más, ha sido lo
que el premio Nobel José Saramago llamaba “plataformas donde los lenguajes se
vuelven comunes y universales”. Así, Óscar Castillo, director de la Editorial
Uruk de Costa Rica, informó que se ha conformado una red de editoriales
centroamericanas para mejorar los mecanismos de distribución de libros en la
región. Por su parte, la Editorial L’atinoir de Marsella traducirá y publicará
en Francia una antología de cuentos de todos los narradores que participamos en
el evento. Más aún: la revista Carátula convocará a concursos de
cuento cuyos premios consistirán en estadías de dos meses en Francia y Alemania.
Centro de Granada. Foto: María Eugenia Ramos. |
“Centroamérica
cuenta”, pues, hará que nos conozcan fuera de la región no solo por el futbol,
el narcotráfico, la tragedia y la violencia en todas sus formas (incluyendo la
mala política), sino también por las historias que contamos. Sin duda, cuando las
narremos, estos y otros temas volverán a aparecer, pero convertidos en otra
cosa, en literatura, donde se tejen y entrecruzan sueños, miedos, esperanzas,
ironías y pesares, de la misma forma en que nuestros senderos se entrecruzan y
bifurcan en la búsqueda de nuestras propias voces.
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