Cuando la Feria Internacional del Libro de Guadalajara me seleccionó en 2011 como una de "25 secretos literarios de América Latina", me pidieron escribir una biobibliografía en tono coloquial, en 300 palabras, que explicara quién soy y por qué debían leerme. Haciendo el recuento, veo que me pasé de ese número, ¡y bastante! Pero me siento muy identificada con lo que escribí, esta soy yo.
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Nací a los siete meses de gestación, en un día de
mucho viento. Según mi madre, siempre fui rebelde, hasta en el hecho
de nacer antes de tiempo. Cuando niña, soñaba con ser bióloga y
arquitecta. Bióloga no fui desde que no pude revivir a unas pobres
arañas a las que congelé en un experimento de hipotermia. Para ser
arquitecta hace falta mucha matemática, y a esta altura de mi vida
una de mis pesadillas recurrentes sigue siendo que debo presentar un
examen en esa materia, lo cual me produce una angustia
indescriptible. Pero al escribir puedo darle vida a arañas,
edificios, soles y monstruos, y ese es un privilegio invalorable.
Siempre he vivido en una pobreza decorosa, si cabe
el término, en la que los libros han sido los bienes más preciados.
A fin de cuentas, los libros no solo poblaron mi infancia y mi
adolescencia de aventuras insospechadas, sino que después, siendo
editora, me permitieron ganarme el pan, y aun viajar y conocer otras
gentes, otros mundos.
Tuve un padre y una madre maravillosos, firmemente
convencidos de que, como decía Ernesto Sábato, leer da una mirada
más abierta sobre la humanidad y el mundo. Ello me permitió no solo
empezar a leer, escribir y crear a muy temprana edad, sino también
ser una participante activa durante mi adolescencia y juventud en las
luchas sociales de la región centroamericana. Mi poesía proviene de
esta época de mi vida, de la cual me siento muy orgullosa. Sin
embargo, en mis cuentos huyo lo más que puedo del realismo, porque
me interesa mucho más buscar ese mundo paralelo que está allí,
pero no siempre es visible.
(Texto publicado en el dossier del programa "25 secretos literarios de América Latina", de la FIL Guadalajara 2011.)
1 comentario:
Me parece genial que en otros países conozcan la literatura y la cultura hondureñas por medio de creadores conscientes y honestos como usted, Maru. Saludos.
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