25 de octubre de 2014

"Ciudades Modelo van concretándose entre promesas de desarrollo y amenazas de despojo"

Artículo tomado de Radio Progreso

El golfo de Fonseca está en la mira. Esta semana la Agencia de Cooperación de Corea Koica en Honduras nominó a tres municipios del departamento de Valle, con salida al océano pacífico, para ser la primera Zona de Empleo y Desarrollo (Zede) en el país, y según sus estatutos, la primera en el mundo.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se ha encargado de promocionar las Zedes como la gran idea de un proyecto que sacará a Honduras del subdesarrollo. Actualmente en este país centroamericano, 7 de cada 10 pobladores viven con un dólar diario y sin acceso a los servicios básicos para el desarrollo humano.
En su discurso ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, la semana pasada en el marco del Foro Mundial por el Desarrollo, Hernández puntualizó:
“Honduras hizo una reforma a la constitución para crear una de las mejores plataformas en el mundo para inversión y empleo, muy innovadora, me refiero a las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico, más conocidas como Zedes. El modelo Zede de Honduras no es otra zona económica más como las 3 mil 500 existentes en el mundo, la nuestra es muy diferente porque es integral, es una jurisdicción de cuatro dimensiones: la legal, la económica, administrativa y política”.
Hernández, haciendo uso presuntuoso del inglés en algunas expresiones, dejó claro en su discurso la oferta al mundo. Además en esta semana ha buscado apoyo en la Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo y buscando inversionistas en Panamá y Estados Unidos.
Hace un par de meses, Koica donó al gobierno nacional, un estudio de factibilidad valorado en 4 millones de dólares, según el alcalde de Amapala, Santos Cruz, quien también ha participado en los preparativos de lo que sería la primer Zede o Ciudad modelo, como se le llamó en un momento.
Este estudio de factibilidad aún no ha sido presentado a los alcaldes involucrados de los municipios de interés: Alianza, Nacaome y Amapala en Valle, al sur de Honduras.
Niños en la playa de Amapala. Foto por Dennis García. Fuente: Wikimedia Commons.

Única en su especie
García asegura que son únicas en el mundo porque nunca, voluntariamente, ningún país cedería los tres elementos fundamentales del Estado: el territorio, el poder político y la población.
“Las Zedes, conforme a su ley orgánica permiten, facultan y determinan que en ellas, el comité de las mejores prácticas y el secretario técnico tendrán totalmente autoridad y potestad jurídica para establecer una forma paralela a los poderes del Estado y una intromisión directa al Poder Judicial en base a sistemas jurídicos que no son propios de Honduras, particularmente del Common Law del sistema anglosajón con lo cual vemos que se violentan los elementos fundamentales de un Estado democrático de derecho: la población, el territorio y la forma de gobierno”, explica el economista.
La ley orgánica de las Zedes deja muchas dudas en la población. Aparte de la duda sobre la forma de gobierno, como ya lo explicaba García, se habla que si las Zedes se dan en zonas ya pobladas, se procederá a un plebiscito, siempre y cuando la población sea mayor de 100 mil habitantes. Actualmente en estos tres municipios de Valle, no se llega ni a los 60 mil juntando las tres poblaciones.
Otra preocupación que embarga a la ciudadanía es el tema de la expropiación y despojo de sus tierras. La ley orgánica faculta al comité de las mejores prácticas (el minigobierno) para que expropie el terreno de particulares, a través de varias estrategias, una de ellas los impuestos que podrán ser determinados por este comité. También este comité podrá determinar zonas de ampliación sin pasar por la aprobación de los poderes del Estado.
Algo que promulga esta nueva ley es que los ciudadanos en las Zedes gozarán de igualdad de derechos, sin embargo es una utopía cuando lo que representan estas zonas, es la desigualdad de oportunidades en la máxima expresión.
“El presidente lo ha promovido, tanto en asamblea general de ONU como en el reino de España, en Panamá, y Honduras. Sin embargo considero que ningún inversionista serio invertirá en Honduras sabiendo que es la única experiencia en el mundo de esta naturaleza. Serían inversionistas golondrinas que lo que quieren es captar capitales en el mercado internacional de recursos para  capitalizarse ellos más que para hacer inversiones en megaproyectos”, sentenció García.
Visitaron Busán y sueñan
Hace dos meses, más o menos, los alcaldes de Nacaome, Alianza y Amapala en el departamento de Valle, visitaron Busán, una ciudad modelo en Corea del Sur. Al ver esta ciudad inteligente, con tanta tecnología y todo como sacado de las películas, quedaron con las ganas de replicar en el empobrecido país del que viajaban.
“Queda maravillado uno viendo todo los alcances que hay en Corea del Sur, cómo no quisiera eso yo para Honduras”, cuenta Faustino Manzanares, alcalde de Alianza. Alianza es un pequeño municipio ubicado al sur del departamento de Valle, tiene acceso al golfo de Fonseca y es municipio vecino de El Salvador.
Manzanares ya lo dice con propiedad: “Esto es para que Alianza sea una zona libre”.
Actualmente Alianza solo cuenta con 12 mil habitantes, Manzanares cuenta que los otros miles están en Estados Unidos, pues salieron huyendo de la pobreza. Hoy representan una de las entradas económicas más importantes para las familias de Alianza, con las remesas.
Manzanares asegura que les han dicho que el proyecto se dará en zonas despobladas, una zona “libre” donde posiblemente se implemente un campo de investigación, o un proyecto habitacional, quizá hasta un emporio industrial, dice el edil.
“En Corea, ellos explotan sus recursos y sin dañar el medio ambiente, 100% ecológico. El recurso que tiene Alianza es su salida al mar, eso es lo que andan buscando ellos, el mega puerto de Amapala para conectar el océano Pacífico con el Atlántico, uno ve esto bueno porque quiere el desarrollo y la prosperidad para su pueblo”, dice el campechano alcalde.
También el alcalde de Amapala, Santos Cruz, visitó Busán. Aunque este edil asegura que no hay nada seguro, desde mayo fue invitado a formar parte de este proyecto, a comenzar con los estudios, conocer experiencias y él mismo asegura que ha informado al pueblo mediante cabildos abiertos. Actualmente espera que en este mes se le llame a una reunión para ver por dónde van los planes para comenzar a trabajar.
El analista Fernando García dice que es absurdo comparar el proyecto de Zedes que tiene Honduras con otros países del mundo. “Aquí nos pueden vender ilusiones como nos ha sucedido en el pasado con las compañías bananeras, las compañías mineras, con los incentivos fiscales a la producción industrial en los 60, pero no podemos dejarnos engañar. Aquí está el patrimonio nacional y lo que es del pueblo se quiere privatizar.
Una de las tres grandes megatendencias es la privatización trasnacionalizada, del patrimonio nacional, de las empresas nacionales, lo segundo es la concentración del poder político y la tercera, la militarización de la sociedad”, dijo García.
Las dos Amapalas
García dice que hay que tener cuidado cuando se adquiere una postura crítica ante este tema, porque el primer ataque es que quien se opone, está oponiéndose al desarrollo de esta zona tan deprimida del país. “La gente de Amapala puede ver con sumo agrado que se construya un puente entre la isla y tierra firme porque se generaría algún empleo para la construcción de las obras de infraestructura. Pero lo que hay que ver es a largo plazo que esto es la destrucción del estado nación que es Honduras, y una repartición entre 8, 10,12 o más Zedes”, dice el analista económico.
Santos Cruz, quien por tercera vez es alcalde en Amapala, ve con buenos ojos el posible proyecto. 
“El presidente en la gira que ha hecho por Europa anda promocionando esta iniciativa para buscar inversionistas, no tenemos nada concreto, solamente la ley y el estudio de prefactibilidad, pero esto es un proceso, creemos que vendrá a dar buenas oportunidades a Honduras específicamente a Valle”, dijo.     
Cruz se siente un alcalde responsable, porque desde que entró en el proceso ha realizado cabildos abiertos con el propósito de decirle a la población cómo van los planes.
“Nos hemos comprometido como primera autoridad del municipio a decirle al pueblo que si eso le va a dar desarrollo, empleo, y mejoras económicas a la población sin dañar a terceros, pues lo vamos a apoyar, pero hasta ahora no podemos decir que estamos en contra de algo que no conocemos”, justificó.
Cruz asegura que nada se hará sin consultar al pueblo.
Pedro Canales, miembro organizado de la península de Zacate Grande dice que la gente no quiere estos proyectos y más bien esperan un cambio en medio de las desigualdades en las que están creciendo las nuevas generaciones de la isla.
Amapala está dividida en dos: la isla del Tigre y la península de Zacate Grande. En esta última, el 99% de las tierras no está titulada y tampoco fue reconocida por el Estado como tierras ejidales. Esto ha desatado un conflicto grave, ya que hace alrededor de dos décadas llegaron empresarios de apellido Facussé, Atala, Nasser, Corrales, Malespín, a comprar estas tierras en un proceso sin transparencia y a despojar a los nativos de las mismas.
Hoy Zacate Grande cuenta con 59 playas, 40 de ellas son privadas.
“Aquí en Amapala tenemos alrededor de 25 años que vinieron los ricos y famosos y no ha habido desarrollo aun con tanta riqueza aquí, las playas hermosas, ¿Cuál desarrollo? lo mismo sucederá con las Zedes, que es simplemente la venta del territorio. Estos mismos ricos son los que promueven las Zedes, ellos no serán afectados, más bien será beneficiados”, explicó Canales.
El alcalde Santos Cruz dice que él “siente” que no se hará nada en Zacate Grande, la Zede se instaurará en la Isla del Tigre.
Para Canales, las Zedes donde las hagan causarán daño, en la Isla del Tigre hay mucha gente pobre que vive de los pequeños cultivos que hacen en sus parcelas. “Yo le preguntaría al alcalde si deciden construir un centro de almacenaje en la Isla del Tigre, ¿dónde se va a ir esta gente? Habrá migración de esta gente que no tendrá suficiente de dinero, nosotros hemos llegado a la conclusión de que esto viene a empobrecer más a las familias de la zona.”
Canales desea el desarrollo de su gente y propone al gobierno que impulse proyectos para fortalecer la pesca, el turismo con playas públicas, que le apueste a lo que ahora hace la gente para sobrevivir.
Encarcelamientos, enjuiciamientos, amenazas, hostigamientos, han sido el diario vivir de los pobladores y las pobladoras organizadas de Zacate Grande, que quieren sus playas. Hoy se les suma una amenaza más.
Comité en defensa de la vida
Juan Alvarenga, comunicador en este municipio, cuenta que este movimiento nace de la reunión de los párrocos del departamento de Valle con laicos y ong, y se formalizó hace apenas 15 días para ver cuál es el trasfondo de estas Zedes porque los promotores niegan que vaya a haber despojo y aseguran que se hará en consenso con las comunidades. Sin embargo, conocen la ley y dicen que hay muchas contradicciones.
“La vez pasada tuvimos una visita de 9 coreanos, no ejecutivos, ellos estaban solo sondeando, como promotores. Nosotros no nos oponemos a la inversión extranjera pero no permitimos el despojo.
Los alcaldes de Nacaome, Alianza y Amapala le hacen al juego del proyecto porque ellos tienen un compromiso con el señor José Alfredo Saavedra y con Marcos Velásquez (diputados del departamento de Valle), que ellos son los que enarbolan estos proyectos, diciendo que Valle se convertirá en un emporio, un paraíso económico en Honduras,” expresó.
Nacaome ha sido un municipio abandonado, dice el comunicador, y no es justo que solo cuando se trata de venderlo, ponen su interés en él.
“Ahora ven a Nacaome porque está en línea recta del golfo de Fonseca, a menos de 20 kilómetros, es un municipio rodeado por el golfo, en la frontera con El Salvador, tal vez han visto que es un lugar propicio por eso y porque hay baja violencia”, concluyó. El comité espera las próximas semanas, qué tienen que decirles las autoridades sobre el proyecto que “sueñan” para Valle.
Un modelo de precarización
El gobierno de Juan Orlando Hernández lleva dos propuestas fuertes que están marcando las realidades de 8 millones de hondureños. Su propuesta militarista de seguridad y su propuesta económica de “la vida mejor”.
Para Yadira Minero, del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), las Zede calzan perfectamente en todo el modelo de precarización laboral que ha fortalecido el actual presidente desde su mandato pasado como presidente del Poder Legislativo.
La Ley de Empleo por Hora, el programa “Con chamba vivís mejor”, la reducción de las garantías por las que tanto se han luchado en el ámbito laboral, son las medidas que van construyendo “una dictadura” que podría durar décadas.
Esta misma visión la comparte el economista García.  
“Las Zedes dan otro paso más allá del neoliberalismo, va más en la línea de la escuela económica de quienes se autodenominan libertarios que son una escuela más radical que los neoliberales y que consideran que el gobierno de las naciones debe estar dominado por las grandes empresas trasnacionales”, explicó.
Actualmente el partido Libertad y Refundación (LIBRE) presentó un proyecto de decreto ley en el cual se plantea la derogación de la reforma constitucional y la ley orgánica de las Zedes y propone un diálogo con diferentes sectores para promover la inversión sin tener que entregar la soberanía nacional y territorial.
En el panorama actual, es necesario recordar esa frase que una vez tituló un artículo de análisis del sacerdote jesuita Ismael Moreno. ¿Cómo quedan las ciudades modelo en una sociedad en harapos?
Los movimientos populares que están en alerta por esto, esperan que se pueda revertir esta propuesta de despojo y de entrega del territorio. (Fuente: Radio Progreso, Honduras - Emisora de la Compañía de Jesús)



7 de octubre de 2014

Poesía completa de Clementina Suárez

Nota preliminar



¿Quién hay ahora que no se rebele
y no tenga en el alma una voz incendiada?
Luchando estamos por el sitio del cuerpo
y hasta por la inicial del nombre.
Clementina Suárez
  

“Loca”, “irreverente”, “bohemia”, “atrevida”, “inconforme”, “rebelde”, “perversa”, “cínica”. Estos han sido algunos de los calificativos utilizados para definir a Clementina Suárez, especialmente en el medio hondureño, quizás porque, como señalara el orador y escritor mexicano José Muñoz Cota, “los hondureños […] solamente tienen ojos para escandalizarse ante sus movimientos, pasmarse ante sus audacias y cruzarse de brazos con sus gestos”.[1]
Cubierta de Poesía completa de Clementina Suárez.


Desde luego, no todos los hondureños y hondureñas hemos compartido esta visión, que si bien forma parte de la leyenda de Clementina Suárez y su poderoso atractivo, resulta incompleta a la hora de valorar el significado de la vida y la obra de quien como mujer y como poeta se adelantó a su tiempo.  Medardo Mejía fue de los primeros en vislumbrar la significación continental de Clementina al afirmar que “ha superado su concepción estética”; “ha hecho quedar lejos la rebeldía amatoria de Juana de Ibarborou y mucho más lejos la canción lunar, jazmines […] y paralelamente va dejando abandonados a los grupos que la admiran […]. Y tuvo la gallardía de reconocer que “aun yo, su viejo compañero y amigo, quedo como un fracaso artístico, desgreñado entre músicas rotas”.[2]

El historiador Ramón Oquelí se refirió en 1966 a Clementina Suárez como “una figura femenina que ha simbolizado siempre la inconformidad, el no uncirse a los carros de triunfos momentáneos, el no saber venderse, el de hacer surgir en la pobreza y casi como un milagro, la dignidad”; elogio particularmente significativo si se toma en cuenta que en el mismo artículo afirma que “mi generación (en la que incluyo a los nacidos entre 1930 y 1944) ha crecido sin maestros. Lo más que tuvimos fueron eficientes profesores […]. Pero no encontramos claros ejemplos a seguir, sensibilidades alertas a lo que ocurría en el mundo, y que se hubieran atrevido a denunciar nuestro progresivo embrutecimiento”.[3]  

Otros escritores hondureños también se refirieron en términos elogiosos a Clementina Suárez, entre ellos Augusto C. Coello, Marcos Carías Reyes, Rafael Paz Paredes, Martín Paz y Hostilio Lobo. No obstante, han sido intelectuales de otros países de América Latina quienes han sabido valorar con mayor precisión la obra poética de Clementina Suárez. Para el caso, en 1957 el poeta guatemalteco Alfonso Orantes afirmaba que “Clementina Suárez ha demostrado […] a través de una existencia fervorosa y fecunda en realizaciones, clara y heroica, que no nos equivocábamos al anunciar, con su aparecimiento, a un poeta auténtico con fresca inspiración original que ahora, en su madurez, nos ofrece una obra llena de vigor, equilibrio y depuración […] logrados por la precisión de su lenguaje, la sobriedad de las metáforas y la abundancia de bellas imágenes”.[4]

Por su parte, la poeta, ensayista y dramaturga salvadoreña Matilde Elena López apuntaba:
“Desde Safo nunca había vibrado una voz tan altamente lírica como la de Clementina Suárez. Una voz que conlleva gritos universales y resonancias profundamente humanas. Pero si Safo cantó al amor como no se había cantado nunca, como un puro esplendor de ternura que causó admiración a los griegos hasta el punto de considerar a la poetisa de Lesbos como a la décima musa, en la poesía de Clementina Suárez hay algo más: un hondo sentimiento trágico y universal […].”[5]

Y mientras el poeta guatemalteco Otto René Castillo sostenía que “estamos en deuda con Clementina Suárez, es incalculable lo que Centroamérica le debe a Clementina Suárez”,[6] la poeta salvadoreña Claudia Lars atestiguaba: “En Veleros, Clementina se revela como la primera poetisa centroamericana que […] está ya suficientemente experimentada para asumir su responsabilidad de artista […]. Mientras nosotras (sus hermanas del arte) no abandonábamos aún los gastados y roídos temas del mundo que se acaba, Clementina vivía valientemente la verdad de su sueño y de su sangre, pisoteaba prejuicios, desgarraba máscaras engañosas y se mezclaba al clamor de los humildes miserables. […] Debo a Clementina Suárez la primera llamada, en mi arte, hacia lo colectivo.[7]

De estos juicios emitidos por autores y autoras cuyo prestigio ha sobrepasado las fronteras centroamericanas, se desprende que de Clementina Suárez no conocemos aún lo suficiente en nuestro propio país. La mayoría de los estudios que se han hecho sobre ella enfatizan en su vertiente erótica; o, más que en su obra, se enfocan en las vicisitudes de una vida sin duda excepcional. Para llegar a entender a cabalidad la importancia de esta figura renovadora de la poesía hondureña, es preciso conocer la totalidad de su obra, lo cual no había sido posible debido a la dificultad para encontrar ejemplares de los libros que publicó en vida, con excepción de las antologías.
En tal sentido, y parafraseando a Otto René Castillo, es necesario decir que “seguimos en deuda con Clementina Suárez”. Hacen falta estudios que profundicen en las vertientes históricas y literarias de su poesía; en su evolución creadora, del sentimentalismo romántico e ingenuo de sus primeras obras, a un estilo vanguardista, no solo en la forma, sino en el contenido. Es de suma importancia entender, por ejemplo, cómo la revolución socialista de octubre en Rusia, cuyos ecos le llegaron en su viaje a La Habana, en los años treinta, y el haber conocido en México al poeta español León Felipe, brillante figura de la generación de 1927, influyeron en la temática y las metáforas empleadas por Clementina Suárez a partir de Veleros; y por qué temas universales como el amor de pareja, la maternidad y la muerte, son tratados de manera dramáticamente distinta por la misma autora cuando comparamos, por ejemplo, Corazón sangrante, su primer libro, publicado en 1930, con De la desilusión a la esperanza, de 1944.

El carácter fundacional de la poesía de Clementina Suárez ha sido reconocido por estudiosos como Rigoberto Paredes: “Desconocer su nombre (...) sería como privar a nuestras letras y, por qué no decirlo, a un período significativo de la actual formación cultural hondureña, de una voz, de una actitud con caracteres fundacionales”.[8] Sin embargo, aún hace falta precisar las características que alejan a Clementina Suárez de la poesía hondureña escrita por sus contemporáneos y la colocan entre los y las poetas de vanguardia de América Latina; por ejemplo, en poemas como “Poema del paso desatado”, incluido en el ya mencionado De la desilusión a la esperanza, o “En pretérita casa”, de El poeta y sus señales, publicado en 1969.

Dicho en otras palabras, solo al leer la obra completa es posible, no solo seguir las huellas de ese “aprendizaje difícil”, como lo llamara Helen Umaña,[9] sino identificar a dónde llegó Clementina Suárez como poeta, con el propósito de trascender el mito y ubicarla finalmente en el lugar que le corresponde dentro de la literatura hondureña.

Estas son algunas de las razones que llevaron a la Editorial Universitaria a acometer la tarea de recopilar la obra completa de esta sorprendente mujer. Sorprendente en cualquier época, pero más aún al recordar que nació a principios del siglo pasado en Olancho, de familia terrateniente, vivió en la Tegucigalpa de la primera mitad de ese siglo, confrontada con una sociedad en la que el patriarcado y el puritanismo han estado firmemente arraigados, y publicó gran parte de su obra durante la dictadura de Tiburcio Carías Andino.
Hay que decir que no hemos sido los primeros en intentar reunir todos sus libros en un solo volumen. Los investigadores e investigadoras que se propusieron hacerlo antes que nosotros saben que de la Biblioteca Nacional se han perdido, en anteriores administraciones, las obras que en su momento donó la familia de la poeta. Si bien el escritor Eduardo Bähr, actual director de esa institución, nos facilitó los escasos títulos de Clementina Suárez que pudo encontrar, fue su hija Alba Rosa Suárez quien nos confió los que tal vez sean los últimos ejemplares originales que quedan de Corazón sangrante y de De la desilusión a la esperanza, así como un facsímil del poemario en prosa De mis sábados el último, además de varias fotografías de gran valor.

Debemos agradecer también al poeta comayagüense Néstor Ulloa, quien tuvo la buena fortuna de encontrar y rescatar un ejemplar original de Los templos de fuego y gentilmente lo puso a nuestra disposición.

Todo este esfuerzo no hubiera podido llegar a feliz término sin el invaluable apoyo que desde la Universidad de New Hampshire nos brindó la profesora Janet Gold, estudiosa de la literatura latinoamericana y biógrafa oficial de Clementina Suárez. Ella escaneó y nos envió en archivo digital los poemarios que no habíamos encontrado en ninguna otra parte: Iniciales, Veleros y Engranajes, con lo cual finalmente pudimos incorporar la totalidad de los títulos que forman la obra publicada por Clementina Suárez.

En esta edición se han organizado los libros en orden cronológico a partir de 1930, fecha de publicación de Corazón sangrante e Iniciales,  este último un libro colectivo que reúne poemas de nuestra poeta, del hondureño Martín Paz y de los mexicanos Lamberto Alarcón y Emilio Cisneros Canto.[10] Siguen De mis sábados el último, poemas en prosa, y Los templos de fuego (ambos de 1931); Engranajes, poemas en prosa y verso (1935); Veleros (1937); De la desilusión a la esperanza (1944); Creciendo con la hierba (1957); Canto a la encontrada patria y a su héroe (1958); El poeta y sus señales (1969); y Con mis versos saludo a las generaciones futuras (1988). De los dos últimos, por tratarse de antologías, solo se agregan los poemas que no figuran en los libros anteriores. Los poemas que la autora incluyó en más de un libro aparecen una sola vez, en el que corresponde a la primera publicación, con una explicación a pie de página.

Finalmente, en el apartado Otros poemas, se incluyen dos que no figuran en ninguna de las obras antes mencionadas, pero aparecen sin fecha en el Índice general de la poesía hondureña, de Manuel Luna Mejía, publicado en 1961.

Se han omitido los prólogos, en algunos casos por tratarse de meras palabras de cortesía de algún amigo, y además porque todos están disponibles en el compendio de reseñas y artículos Clementina Suárez, citado en esta nota.

Se ha respetado la forma de escribir propia de la autora, incluyendo el uso de ciertas palabras no aceptadas en el español, en cuyo caso se hace la anotación correspondiente, salvo que su significado sea evidente en el contexto o sean parte del habla hondureña. No obstante, se ha procurado modernizar la ortografía, respetando, sin embargo, el uso de algunas mayúsculas que para la autora eran de gran significación, por ejemplo, en la palabra “amado”.

Esperamos que el esfuerzo de la Editorial Universitaria por lanzar esta publicación en el marco del Año Académico 2012 “Clementina Suárez”, llamado así por las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en reconocimiento de los méritos de la poeta, encuentre amplia acogida en los ámbitos literarios y académicos de Honduras y del extranjero. Pero, sobre todo, confiamos en que contribuirá a que las nuevas generaciones conozcan y hagan suyo el legado de esta mujer irrepetible, haciendo honor a su testamento poético: “Hoy mi pequeñísimo cuerpo empuja las estrellas / y con mis versos saludo a las generaciones futuras”.

Ciudad Universitaria, octubre de 2012.

María Eugenia Ramos


NOTAS



[1] Muñoz Cota, José (s.f.). “A través de mi cámara en el cumpleaños de Clementina”, en Clementina Suárez (1982). Tegucigalpa: Litografía López, p. 69.
[2] Mejía, Medardo (s.f.). “Clementina Suárez”. En op. cit., pp. 9-10.
[3] Oquelí, Ramón (1966). “Clementina Suárez”. En op. cit., p. 129.
 [4] Orantes, Alfonso (1957). “Clementina Suárez, ángel rebelde y la permanencia poética”. En op. cit., p. 19.
[5] López, Matilde Elena (s.f.). “Creciendo con la hierba de Clementina Suárez”. En op. cit., p. 23 (el subrayado es mío).
[6] Castillo, Otto René (1967). “Clementina Suárez en Centroamérica”. En op. cit., p. 79.
[7]  Lars, Claudia (s.f.). “Palabras sobre Clementina Suárez”. En op. cit., p. 85.
[8] Paredes, Rigoberto (1988). Prólogo a la antología Con mis versos saludo a las generaciones futuras. Tegucigalpa: Ediciones Paradiso. Citado por Ramos (2002), en Visión de país en Clementina Suárez y Alfonso Guillén Zelaya. Tegucigalpa: PNUD, Colección “Visión de País” N° 4.
[9] Citada por Ramos (2002).
[10] En esta edición se incluyen solo los poemas que Clementina Suárez aportó a esta obra colectiva.

Fuente: Ramos, María Eugenia (2012), comp. y ed. Poesía completa de Clementina Suárez. Editorial Universitaria, Tegucigalpa. 

Leer y descargar Yo, tú, ellos, nosotros. Apuntes sobre la praxis poética y vital de Clementina Suárez

6 de octubre de 2014

Campaña en defensa del legado de Ramón Amaya Amador

DiSentimientos se solidariza con la Editorial Ramón Amaya Amador y su fundador, Carlos Amaya Fúnez, hijo del escritor hondureño originario de Olanchito, en su campaña por el respeto de los derechos de autor que legítimamente le corresponden y que se han visto afectados por la acción de personas y empresas piratas que reproducen las obras del autor de Prisión verde sin consentimiento de sus herederos. A continuación reproducimos la denuncia publicada por Carlos Amaya Fúnez en la página web de su editorial.
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En defensa del legado de Ramón Amaya Amador

Ramón Amaya Amador 
(Olanchito, 29 de abril de 1911 - Bratislava, 24 de noviembre de 1966).
A poco más de un año de conmemorarse los 100 años del nacimiento del escritor nacional Ramón Amaya Amador y 50 años de su muerte; su legado, expresado en más de una treintena de títulos se encuentra en peligro. Sus obras, ayer perseguidas y destruidas, hoy son reproducidas ilegalmente.
En vida del autor de Prisión verde la publicación de sus obras estuvo vedada en Honduras. Salvo Constructores y Los brujos de Ilamatepeque publicados en 1958 por el propio autor bajo el sello Ediciones Xicaque, ninguno de sus otros títulos pudo ser publicado en Honduras. Incluso obras como Prisión verde y Destacamento rojo sufrieron los embates del peor oscurantismo quemándose cientos de ejemplares y tildándose de subversivo a quien los poseyera.
Es hasta después de su muerte que se publica en Honduras Prisión verde (1974) y se reeditan Los brujos de Ilamatepeque (1979), Destacamento rojo (1982) y Cipotes (1983) por iniciativa del licenciado Longino Becerra a través de diferentes editoriales.
A partir del año 1986, mediante gestiones directas de Carlos Amaya Fúnez (hijo del escritor) se publican: El señor de la sierra (1987), El camino de mayo (1988), Constructores (1987), Operación Gorila (1991), Con la misma herradura (1993), Jacinta Peralta (1996), Cuentos completos (1997), Biografía de un machete (1999), Memorias de un canalla (2004), Los rebeldes de la villa de San Miguel (2012). Ediciones realizadas por Editorial Universitaria, Editorial Guaymuras, Casablanca y Editorial Ramón Amaya Amador. 
A partir del año 2010 inicié –como propietario de los derechos de autor del novelista– a través de Editorial Ramón Amaya Amador el proyecto de publicación de todas las obras del escritor nacido en Olanchito, sistematizando y modernizando el formato y la diagramación de los títulos así como el cotejamiento con los originales o primeras ediciones. Reeditando ocho títulos incluyendo la primera edición del primer tomo de la novela Morazaneida (Los rebeldes de la villa de San Miguel).
El proyecto impulsado con grandes esfuerzos personales y un elevado costo financiero debido a la inexistencia de fuentes de financiamiento, recibió un valioso apoyo de Impresos Rápidos Ariel, en la impresión y calidad de los libros, y la solidaridad de diversas organizaciones y personas (Hondupalma, Stibys, Colprosumah, La Ecológica, entre otros) que ayudaron en momentos críticos.
Sin embargo, a partir de los últimos meses del año 2013 el legado de Amaya Amador, expresado en el esfuerzo realizado y las futuras publicaciones de sus obras inéditas, está en peligro debido al pirateo de que son objeto sus novelas más populares: Prisión verde, Cipotes y Los brujos de Ilamatepeque. Aprovechando la ambición, el desconocimiento y la impunidad, delincuentes de la industria editorial han comprometido seriamente el estado financiero y las operaciones de Editorial Ramón Amaya Amador. 
Mediante la denuncia ante la Fiscalía se han decomisado algunos ejemplares sin que a la fecha se haya podido detener la distribución.
Esta situación nos lleva a impulsar una CAMPAÑA URGENTE EN DEFENSA DEL LEGADO DE AMAYA AMADOR, esperando el apoyo y la solidaridad de personas e instituciones amantes de la cultura nacional y seguidores del autor de Prisión verde, en materia de difusión, defensa y financiamiento de la obra de Ramón Amaya Amador.
Las personas interesadas en colaborar pueden comunicarse a nuestro correo amayafunez@gmail.com o a editorial.raa@gmail.com.
Carlos Amaya Fúnez
16 de junio 2014
Fuente: Ramón Amaya Amador, página oficial